Y es... que Buenos Aires tiene
algo vivo y personal;
algo lleno de dramático latido,
algo inconfundible y original
en medio de sus mil razas que
atrae al viajero y lo fascina.
Para mí ha sido suave y galán,
cachador y lindo y he de
mover por eso un pañuelo
oscuro de donde salga una
paloma de misteriosas
palabras en el instante de mi
despedida...
(Federico García Lorca)